jueves, 5 de noviembre de 2009

Nos fuimos para Osa

Por esas cuestiones bonitas de la vida el fin de semana pasado fui a la Península de Osa. Teníamos que ir a hablar con varias personas de la comunidad sobre algunos proyectos que se realizan allá.

Nos fuimos al medio día e hicimos la parada obligatoria en Chespiritos para almorzar y comprar las cajetas que poco después van a ir todas aplastadas en las maletas. Después de 8 horas de viaje llegamos a nuestro destino donde no pude ignorar por un segundo el calor que hacía pero bueno nos recibieron con buena cena y ya el calor quedó en segundo plano.

Al día siguiente fuimos a hablar con el dueño de Danta Corcovado Lodge que es un hotel hecho totalmente de árboles caídos. Es un lugar realmente hermoso y creativo y su dueño Merlyn nos recibió muy amablemente, les recomiendo que si van por allá vayan ahí. El domingo muy de mañanita nos fuimos a la Gamba a conocer a doña María Estebina, ella nos contó de su proyecto de champus orgánicos, nos llevó a su casa a comer patacones y nos presentó a su hija y algunos otros familiares. Entre charla y charla pasó su hermano quien nos llevó a un criadero de tepescuincles (lo busqué en google y no se como se escribe) que por cierto son bien bonitos. En resumen nos recibió como parte de la familia. Para conocer más nos fuimos a visitar la comunidad donde me di cuenta que todas las personas realizan proyectos como artesanías, tours, etc; ellos sobreviven utilizando su ingenio, creatividad y recursos de la zona eso si de una manera sostenible. Por último visitamos las Cataratas Avellán donde la familia muy amablemente nos mostro el tour que hacen por el lugar, cruzando ríos y senderos hasta llegar a la catarata con sus respectivas pozas. En el camino nos iban explicando acerca de la vegetación y otros detalles del tour, hasta nos tiramos de una liana/hamaca que había en el medio del bosque. Para terminar la experiencia fuimos en la noche a playa blanca a ver el golfo bajo la luna llena (sonó todo cliché romántico...pero no), claro después de comer ceviche y patacones (nótese el protagonismo que tuvo la comida en el paseo).

La verdad fue una gran experiencia donde aprendí mucho de estas personas, que se enfrentan día a día con una gran actitud a los retos que se les presentan con inteligencia, fortaleza y mucha mucha creatividad. Si la Península de Osa es hermosa su gente es mejor!


PD: Cruzen dedos para que no se convierta en la próxima Guanacaste y termine como Tamarindo u otros lugares que se han ido perdiendo por la contaminación y mal manejo de recursos.

2 comentarios:

Natalia Astuácas dijo...

Ayyyyyyyyyyyyy me da nostalgia leer tu escrito de mi tierra y bella Costa Rica.

Espero hayás disfrutado mucho por la Península y ayyyyyyyyy que ricooo ir a los Chespissssss ayyyy yaca yaca,,, mmm.

Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Ay mita, es tan bonito salir de la jungla de cemento a raticos y lo peor es q a veces se nos olvida lo lindo que es nuestro país y nos vamos a otros países teniendo tanto por conocer aquí en este charquito.